viernes, 22 de abril de 2011

Cena de mujeres



Cada tanto, nos juntamos a comer con mis amigas, para ponernos al día sobre nuestras vidas. Lo gracioso es que nos excusamos con el "ponernos al día", pero compartimos muchas rutinas, así que estamos muy al tanto de lo que sucede en la vida de cada una de nosotras.
Esta situación es totalmente inentendible para los hombres. Ya desde pequeña, sentía los reclamos de papá, porque llegaba a casa después de haber pasado todo el día con mis amigas, y lo primero que hacía era tomar el teléfono para seguir conversando con ellas. La frase era siempre la misma..."No les alcanzó todo el día para hablar, que necesitan seguir haciendolo por teléfono?".
La realidad es que no, no nos había alcanzado y aún luego de cortar el teléfono, seguramente teníamos ganas de conversar algo más. Nos dormíamos pensando : "Mañana cuando vea a fulanita, le cuento tal cosa".
Al crecer y formar una pareja, el reclamo sigue siendo el mismo,pero ahora por parte de los maridos: "No paran de hablar ustedes?", "De qué hablan tantas horas?". Ya ni me tomo el trabajo de contestar, solo sonrío y sigo pensando: "Mañana, cuando vea a fulanita le voy a contar tal cosa".
Ayer fue jueves, y decidimos hacer cena de mujeres en casa. La realidad, es que a mí me encanta recibir y de echo siempre armo alguna reunión. Pero cuando nos juntamos las mujeres, tratamos de salir a cenar a algún restaurante. No solo por la comodidad de que ninguna tenga que estar atendiendo al resto y en consecuencia se pierda alguna charla, sino tambien para poder conversar tranquilas, sin "oídos" de maridos e hijos. Pero esta noche yo estaba con ganas de cocinar, así que decidí invitarlas.
Como buena geminiana, tengo muchas amigas. Me gusta compartir momentos con mi mismo género. Me siento cómoda, me divierte y tengo amigas muy diferentes unas de las otras.
El único momento del año en que las reúno a todas , es el día de mi cumpleaños, convirtiendose mi casa en una romería, ruidosa y muy divertida. Es más, me divierte mucho, alejarme y ver mini grupos donde están conversando dos o tres personalidades tan dispares. Las veo conversar animadamente, y pienso "Estas dos, termina el cumpleaños y no se ven hasta el año que viene. Qué lástima, porque la están pasando bárbaro".
Las cenas que hacemos algunos jueves, son con mi grupo más íntimo. Las comensales somos siempre las mismas. A veces viene alguna invitada, pero éste es mi grupo de origen, mi grupo de pertenencia, aquel en el que siento que somos como hermanas y nos conocemos desde hace tantos años. Tenemos códigos en común y no hay necesidad de explicar nada. Nadie juzga, se escucha al otro y se brinda consejo con todo el amor, y en forma absolutamente incondicional.
Mientras trabajaba por la mañana, decidí el menú. Es muy importante, prepararlo pensando en los invitados, y no en nuestros gustos personales o en lo que nos sale mejor. Tiempo, consideración y dedicación, son algunos de los códigos de una buena anfitriona.
Me incliné por preparar de entrada una sopa francesa de calabazas, que es la pasión de mi hermana. De primer plato, pensando en Bea, mi amiga de la infancia, elegí lomo en masa phila con verduras de estación. A Bea le encantan las carnes, y es el ingrediente omnipresente en cada una de sus preparaciones, ya que vive con una familia repleta de hombres.
El postre lo reservé para Ivonne y Nina, dos apasionadas de los dulces. Decidí prepararles una mousse de chocolate al Cointreau.
Por la tarde, compré todos los ingredientes que me hacían falta. Lo primero que preparé fue la sopa francesa de calabazas. Es una preparación muy sencilla y queda más sabrosa con una elaboración anticipada. Pero la receta es un secreto de familia que se los voy a revelar en próximos contactos.
Una vez finalizada la sopa, me dediqué a la mousse. La receta es fácil, rendidora, vistosa, y siempre viene acompañada de muchos halagos.

Mousse de chocolate al cointreau

250 g de chocolate negro
125 g de manteca
6 huevos
6 cucharadas soperas de Cointreau
1 naranja
Tiempo de preparacón: 20 minutos

Primero fundí el chocolate al baño María con unas cucharadas de jugo de naranja.



Cuando lo retiré del fuego, le agregué la manteca. Luego añadí las yemas de huevo una a una, batiendo constantemente. Reservé.
Batí a punto nieve muy fuerte, las claras. Aparte, rallé la cáscara de la naranja, cuidando no llegar a la parte blanca que es muy amarga. Uní la ralladura y el Cointreau a la preparación de chocolate.
Por último, agregué las claras en forma envolvente para no bajar el batido.
Coloqué la mousse en unas copas y las decoré con nueces picadas.



Dejé para lo último el plato principal.

Lomo en masa phila con verduras de estación.

Hojas de masa phila - 8 Unidades
Manteca derretida - Cantidad necesaria
Medallones de lomo de 200 gr. cada uno - 5 Unidades
Sal y Pimienta - A gusto

Guarnición
Arvejas naturales o congeladas - 30 g
Habas naturales o congeladas - 30 g
Papa - 1
Sal y Pimienta - A gusto
Zanahoria - 1
Zucchini - 1

Salsa
Ajo - 2 Dientes
Manteca fría - 50 g
Romero en rama - 1
Salvia - 1 Rama
Tomillo - 1 Rama
Vino Malbec - 180 cc




En una sartén calenté aceite y selle los lomos 3 minutos de cada lado. Salpimente.
Retire del fuego, puse sobre un plato y deje enfriar a temperatura ambiente. Reserve la sartén para hacer la salsa, sin lavar.
Estire dos hojas de masa phila sobre la mesada de trabajo, enmanteque con ayuda de un pincel.



Coloque un lomo en el centro de cada cuadrado de masa philo y cerre como si fuera un pañuelo.
Volví a enmantecar la superficie de la masa. Repetí la operación 1 vez más.
Para cocinar calente el horno a 200ºC.
Coloqué los pañuelitos de masa sobre una placa de horno enmantecada y cociné durante 8 minutos o hasta que los pañuelitos estuvieron dorados.

Salsa

Machaque los dientes de ajo. Lave las hierbas. Use las ramas enteras.
Calente la misma sartén en donde sellé los lomos, e incorpore los dientes de ajo, saltee durante 5 minutos.
Agregue el vino tinto (atención que prende fuego) agregue las hierbas enteras y atadas entre si y deje reducir.
Pase por un colador chino y volví al fuego para dejar reducir más.
Salpimenté e incorpore la manteca de a poco y mezcle muy bien con ayuda de un batidor.
Es de suma importancia que después de agregar la manteca, la salsa no vuelva a hervir.

Guarnición



Ponga a calentar agua en una cacerola. Cuando rompa hervor agrege sal.
Lave bien todas las verduras, pele la zanahoria y la papa.
Corte la zanahoria, el zuchini y la papa en finas láminas.
Cocine las verduras en el agua hirviendo, primero la zanahoria, después la papa y por último el zuchini. Retire y reserve.
Derrita un poco de manteca en una sartén y saltee durante unos minutos las verduras cortadas en láminas, agrege las habas peladas junto con las arvejas y sirva acompañando el lomo.



La primera en llegar, fue Ivonne. Ruidosa, alegre y siempre dispuesta a meter mano en la cocina. Le serví una copa del malbec Rutini que había descorchado previamente, para que se fuera oxigenando. Este vino es uno de mis favoritos ya que en la boca tiene cuerpo y concentración, pero a la vez es algo frutado, con taninos bien dulces.
Luego llegó Nina, agotada de una jornada laboral muy intensa, pero siempre dispuesta a pasar un buen momento.
Por último llegaron Bea y mi hermana, y nos sentamos a la mesa.



La cena trancurrló entre risas y anécdotas. La comida fue altamente elogiada, y la sobremesa se extendió hasta pasadas las 2 de la madrugada.
El contenido de la charla, no se los puedo develar, ya que me ampara el secreto profesional.
Cariños y bon appétit !

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